El 1º de mayo de 1982, el imperio británico a través del destructor HMS Glamorgan y las fragatas HMS Alacrity y HMS Arrow se aproximó a la costa este de la Isla Soledad para bombardear posiciones argentinas, en plena Guerra de Malvinas. Inmediatamente, la Fuerza Aérea local emitió una orden que llegó a Puerto San Julián, en Santa Cruz, desde donde partió, a las 16 horas, la primera escuadrilla bautizada como "Torno", a bordo de tres aviones Mirage 5 Dagger. Cada uno de ellos cargaba dos bombas de 250 kilogramos y 250 proyectiles en sus cañones de 30 milímetros. Esa defensa heroica del Ejército argentino que le costó la vida a 55 compatriotas, aún más meritoria teniendo en frente a una de las principales potencias de la OTAN, se recordó este domingo en el 40° aniversario del llamado Bautismo de Fuego, con un emotivo acto en el Aeropuerto Histórico Capitán José Vázquez de San Julián.