El jefe de gobierno porteño habló durante la inauguración de una escuela de verano. Allí, junto a su jefe de Gabinete, Felipe Miguel y su nueva incorporación, Waldo Wolff, acusó al kirchnerismo de organizar lo que denominó como "una nueva operación" que se valió del "espionaje ilegal para perseguir a los que no piensan como ellos y distraer la atención de los temas importantes". Tal vez sabedor de que los trascendidos de las inconvenientes relaciones de su ministro en uso de licencia no terminaron, Larreta dijo que esta supuesta operación "no será la última". Larreta, con el rostro adusto, indicó que los chats "son fruto de un espionaje ilegal, le hackearon el celular y a partir de ello es que hay manipulación de la información, edición, cruces y cambios", dijo mientras Wolff miraba al piso. Luego, cuando le preguntaron sobre los vínculos de D'Alessandro con Silvio Robles, mano derecha del titular de la Corte, Horacio Rosatti, el jefe de gobierno porteño prefirió no opinar. "No me voy a hacer eco de ningún chat que haya surgido del espionaje ilegal", dijo y buscó terminar con el tema.