La descomposición de los peces y moluscos muertos aparecidos por millares en el río polaco Óder constituye una amenaza adicional para la segunda vía fluvial más larga del país, que se supone gravemente contaminada por un vertido, advirtió este martes un científico. "El efecto secundario de la descomposición de tejidos es la liberación de sulfitos de hidrógeno y amoniaco que son tóxicos y pueden diluirse en el agua pero también pasar al aire," declaró a Efe el profesor Robert Czerniawski, hidrobiólogo de la Universidad de Szczecin (oeste). Ello constituye un riesgo para animales y humanos, señaló, y alertó de que, adicionalmente, la descomposición de peces y moluscos puede producir sustancias de alimento para las algas, con el riesgo de que se reproduzcan rápidamente, limitando la cantidad de oxígeno en el agua.