El rendimiento de River había sufrido una merma en Córdoba, en la derrota ante Talleres el miércoles último, y tuvo su continuidad en el comienzo del duelo ante Atlético Tucumán en el estadio Monumental. El técnico esta vez no siguió con la rotación de futbolistas ante el último de la zona A, pero de todas maneras no exhibió el fútbol preciso que suele caracterizar al conjunto de Gallardo. Los tucumanos pudieron llevar adelante su plan durante el primer tiempo. Con las líneas bien cercanas cumplieron con la intención de que su rival no pudiera tener el dominio de la pelota. El único descuido se dio en tiempo de descuento, y terminó con un gol de penal de Fernández. El pase llegó por el centro para Suárez, que se filtró entre los centrales y recibió una infracción compartida entre Capasso y el arquero Campisi. El árbitro no dudó y cobró la falta. La situación no se modificó demasiado en la segunda parte. River trataba de construir en ataque y los tucumanos esperaban en su campo, con la intención de tener profundidad en algún contrataque. La jugada deseada por los visitantes llegó a los 13 minutos: Rius apareció por la derecha y decidió rematar al arco, Armani no pudo contener la pelota y el rebote le quedó muy cómodo a Ruiz Rodríguez para convertir con la cabeza la igualdad.