El papa Francisco afirmó este jueves que los abusos a indígenas canadienses cometidos en algunos de los 139 internados que funcionaron en el país durante casi un siglo fueron una herida al "cuerpo de Cristo" y, al celebrar su segunda misa en el país norteamericano, planteó que las actitudes de los cristianos involucrados representaron "el escándalo del mal". "¿Qué ha pasado?, ¿por qué ha sucedido?, ¿cómo ha podido ocurrir? Hermanos y hermanas, son preguntas que cada uno de nosotros se hace a sí mismo; y son también cuestiones candentes que resuenan en el corazón de la Iglesia que peregrina en Canadá, en este arduo camino de sanación y reconciliación que está realizando", señaló el pontífice desde el Santuario de Santa Ana de Beaupré, en Quebec. Frente a 1.400 personas dentro del Santuario, en su mayoría indígenas a los que los organizadores reservaron el 70 por ciento de las entradas, y otras 15.000 en los alrededores, el Papa mostró una vez más su cercanía en un lugar de fuerte representación para el catolicismo de toda América del Norte al que peregrinan cerca de un millón de personas al año.