“¿Cómo va la vida?” es la pregunta recurrente que se hacen todos los personajes –en voz alta, cuando se encuentran; hacia adentro de ellos mismos cuando tienen algún momento de reflexión- en Una linda mañana, la nueva película de Mia Hansen-Løve, que la confirma como una de las mejores realizadoras del cine francés actual. Y la vida por supuesto es difícil, compleja, para unos más que para otros (“La vida no es democrática”, dice en algún momento un personaje), pero siempre se manifiesta como el curso de un río que no se detiene, pleno de recodos, sorpresas y dificultades, que habrá que aprender a sortear.