Aldo Rico al concluir el segundo alzamiento carapintada: "Nosotros estamos decididos a resistir"

Concluye el segundo alzamiento carapintada. Como en el primero, el de la Semana Santa de 1987, su cabecilla es Aldo Rico. El teniente coronel abandona su lugar de detención y desafía al jefe del Ejército, Dante Caridi, que se había dedicado a aislar a los carapintadas. Rico obtiene apoyo en Monte Caseros, en la provincia de Corrientes, mientras el presidente Raúl Alfonsín suspende un viaje a Suecia por la crisis. En Monte Caseros, Rico anuncia que combatirá porque "soy descendiente de gallegos y asturianos, dos razas que no se rinden", y que no dudará en presentar batalla, porque "la duda es la jactancia de los intelectuales". Sin embargo, no logra apoyos en su guerra de nervios y se rinde. Ese mismo 18 de enero, un grupo de insurrectos ocupa el Aeroparque de la ciudad de Buenos Aires y se rinde a las fuerzas leales.