A cuatro décadas del conflicto, la Guerra de Malvinas continúa tronando sobre el presente. No solo porque ni el paso del tiempo ni la pandemia ni los problemas cotidianos pueden hacer olvidar a los miles de veteranos y caídos en aquella guerra asesina decretada por una dictadura militar dispuesta a cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder. También el conflicto bélico es un presente continuo porque aún hay mucho por revisar, como el rol que cumplieron los medios de comunicación para crear aquél clima de época que eclipsó a buena parte de la sociedad argentina, que pasó de la manifestación contra la dictadura el 30 de marzo de 1982, con represión incluida, a llenar la Plaza de Mayo y vitorear “Galtieri, Galtieri” tres días después ante el desembarco argentino en las Islas. El documental Los medios de la guerra, que ayer estrenaron Télam y la TV Pública, ilumina el papel propagandístico de los medios en aquellos 74 días en los que duró el conflicto.