En la previa del Día del Trabajador, el PJ bonaerense realizó un plenario sindical en Baradero que, a modo de caja de resonancia de la última ráfaga de críticas del kirchnerismo hacia Martín Guzmán, advirtió que el gobierno nacional debe profundizar su política redistributiva si quería soñar con una victoria en el 2023. El encargado de cerrar el acto fue Máximo Kirchner, quien cargó contra el empresariado, el ex presidente Mauricio Macri, el acuerdo con el FMI, los medios de comunicación y el mismo ministro de Economía. "¿Cómo que nuestro ministro de Economía Martín Guzmán dice que él hace su trabajo pero que no se involucra en las disputas de poder? ¿Y entonces qué vamos a hacer?", cuestionó con dureza el líder de La Cámpora, quien reclamó que el Estado debe "intervenir" para evitar el agravamiento de la situación social. Más allá de los dardos, el tono de Kirchner fue calmo, poniendo en el centro la responsabilidad de los empresarios "que ponen cara de distraídos" en la escalada especulativa de precios, y haciendo un llamamiento a blanquear las discusiones internas "sin enojarse".