El número de hospitalizaciones de niños yanomamis en grave estado aumentó en la última semana, desde que el gobierno brasileño declaró una emergencia sanitaria en la mayor reserva indígena del país y obligó a la única empresa aérea que presta el servicio de rescate a multiplicar sus vuelos. La herencia de la presidencia de Jair Bolsonaro es calamitosa entre las numerosas comunidades originarias de Brasil.