A raíz de la presión opositora nucleada en el "frente antigrúas", el gobierno de la ciudad de Buenos Aires (CABA) resolvió tomar el control del servicio de acarreo a través de la empresa de participación estatal Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA). El jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó la decisión luego de que legisladores opositores expusieran irregularidades en torno a la prestación del servicio por las empresas DAKOTA y BRD, que operaban con la licitación vencida hacía más de 20 años. Durante una conferencia de prensa convocada por el Frente de Todos (FdT) en la legislatura porteña, el diputado por CABA Matías Barroetaveña destacó el consenso político de la oposición y cuestionó al oficialismo porteño.