El país había intentado ser anfitrión de la Copa del Mundo en 1938, 1962 y 1970. El turno le llegó en 1978 después de haber sido designado en 1966 en el 35° Congreso de la FIFA, en Londres. La undécima edición mundialista llegó al país cuando estaba gobernado por la última dictadura militar que aprovechó un evento de esta magnitud para, entre otras cosas, tapar sus delitos de lesa humanidad. En julio de 1976, el dictador Jorge Rafael Videla creó el Ente Autárquico Mundial (EAM) para que se encargara de la organización del torneo que se jugó en seis sedes. Argentina llegó a la final con Holanda después de que cada uno ganara su grupo de segunda fase. El 25 de junio de 1978 la Selección se quedaría bordaría la primera estrella al ganar por 3-1 en el alargue con goles de Mario Kempes y Daniel Bertoni.