Afincado en la localidad calabresa de Gioia Tauro, el realizador Jonas Carpignano, nacido en los Estados Unidos (ver entrevista aparte), completa con A Chiara una trilogía fílmica que le ha permitido cortar en capas los distintos estratos sociales de esa ciudad. Su opera prima, Mediterránea (2015), seguía los pasos de dos inmigrantes de Burkina Faso, afincados en unas tierras tomadas de la periferia e instalados en carpas. A Ciambra (2017) subía apenas un peldaño en la escala social, para dar con una amplia familia de romaníes (gitanos, en el habla de todos los días), para quienes los pequeños delitos eran un modo de sobrevivencia. Ahora asciende un escalón más, avanzando hacia el centro de Gioa Tauro y encontrando allí a otra familia, ésta de raíces locales y de una posición social y económica lo suficientemente desahogada como para permitir al padre correr con todos los gastos del concurrido (y muy bien servido) cumpleaños de 18 de la hija mayor. Los Guerrasio son calabreses y Calabria es el territorio propio de la ‘Ndranghetta, la temida mafia local. En algún punto se revelarán los puntos de contacto entre ambos clanes. “La” Chiara (Swamy Rotolo) es la hija del medio de los Guerrasio. Es bonita, muy morocha, de inquietos ojos negros y un hoyuelo en la barbilla. Tiene 15 años y los vive con la energía propia de esa edad, pero es ingenua. Todavía. Ama a los suyos (son tan unidos como toda familia italiana tradicional) y sobre todo a su padre, tanto como su hermana Giulia (Grecia Rotolo), que en la fiesta de 18 se trenza con aquél (Claudio Rotolo) en un abrazo húmedo. En la fiesta todo es alegría, bailes, festejos y juegos. Chiara sale a fumar su cigarrillo electrónico fuera de casa, lejos de los ojos vigilantes del padre, que como buen calabrés no les pierde pisada a las hijas. En la calle, Chiara y la amiga se cruzan con unos primos, que tampoco ven bien que la chica fume. “Nosotros fumábamos a tu edad porque somos hombres, pero vos sos mujer”. De pronto aparecen unos desconocidos en medio de la noche cerrada, el padre sale de casa intempestivamente y unas noches más tarde su auto vuela en pedazos. En los noticieros se habla de la ‘Ndranghetta.