Un grupo de ladrones asalta el tren postal que une Glasgow con Londres y se lleva 2,6 millones de libras esterlinas, equivalentes hoy a más de 40 millones. El asalto se lleva a cabo a unos 65 kilómetros de Londres. De madrugada, alteran las señales y hacen que la formación se detenga, tras lo cual desengancharon el vagón de correos y fueron hasta un puente cercano, donde cargaron el botín en camiones. La prensa habla de "robo del siglo" por la meticulosidad, pero lejos está de ser el crimen perfecto. Los asaltantes se van a las apuradas de la granja que ocupaban, donde dejan huellas. La policía captura al grueso del grupo, que en 1964 recibe condenas de 30 años. El cerebro del robo, Bruce Reynolds, recién fue capturado en 1968 y estuvo diez años preso. La leyenda acompañó a otro asaltante, Ronald Biggs, que se escapó de prisión, se escondió en Brasil, previo paso por Australia, y evitó la extradición hasta su decisión de volver al Reino Unido en 2001, donde estuvo ocho años detenido. Falleció en 2013.