Varias decenas de miles de israelíes protestaron este jueves contra la reforma judicial impulsada por el gobierno, en una nueva jornada de movilización caracterizada por choques entre manifestantes y policías y tras la aprobación en el Parlamento de una medida que limita las causas por las que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, puede ser suspendido de sus funciones. La reforma busca incrementar el poder de los parlamentarios sobre el de los magistrados y, según sus detractores, pone en peligro el carácter democrático del Estado de Israel. Durante las manifestaciones contra la modificación, unos diez manifestantes fueron detenidos por afectar el orden público en Tel Aviv, según informó la policía. Las fuerzas de seguridad utilizaron cañones de agua para dispersar la muchedumbre que bloqueó la avenida de circunvalación.