River ganó en el debut oficial de Martín Demichelis y dejó muy buenas sensaciones de cara al futuro. El reestreno de Nacho Fernández, la vigencia de Casco y la claridad de Enzo Pérez fueron demasiados argumentos para justificar el triunfo 2-0 sobre un tímido Central Córdoba de Santiago del Estero. Muy pronto quedó claro que Demichelis le quiere imponer su impronta al equipo, con la búsqueda de asociaciones entre jugadores de buen pie. Y si bien a la idea le falta aceitarse, le alcanzó para dominar el desarrollo e imponer condiciones frente a un rival que apostó por cuidarse y evitar ser sorprendido.