Festejó, se emocionó y hasta cantó y saltó con sus jugadores en el vestuario, pero un día después del triunfo en el Superclásico, Martín Demichelis retomó la postura de seriedad que habitualmente viste y le bajó la espuma al triunfo sobre Boca para no distraerse de cara a lo que viene. "El festejo es de los jugadores y de la gente, yo trato de no meterme pero a veces es emocionante porque por ejemplo ayer me abrazó mi hijo que es muy tímido, o por lo que vivimos con Pinola o Lux (Javier y Germán, sus ayudantes de campo) y todos los que trabajan en el día a día”, explicó el DT de River este lunes en diálogo con Radio La Red.