La Traviata, mis hermanos y yo “navega entre la comedia y el cuento social y, derribando clichés, nos recuerda la función salvadora del arte”, escribe Antoine Sebire en la presentación del encuentro. Es que el protagonista del film del debutante Yohan Manca es un chico de doce años cuya vida junto a sus tres hermanos mayores no es nada sencilla, ni en términos económicos ni de perspectivas de cara al futuro. La madre yace en estado semi vegetativo en una habitación y el joven Nour (notable Maël Rouin Berrandou) insiste en hacerle escuchar fragmentos de óperas con la esperanza de que despierte. Empujado por sus hermanos para que consiga un trabajo, sometido a violencias propias y ajenas, el único oasis del protagonista son las clases de canto que comienza a tomar de manera esporádica, siendo el único varón de un grupo de chicas.