Cuando la historia parecía definirse en los penales, a poco más de 10 minutos para que termine el partido, Pol Fernández asistió a Villa dentro del área para que el colombiano defina con clase. Tras convertir, antes de dirigirse al sector donde se encontraba la hinchada boquense, observó de manera desafiante a la tribuna que ocupaban los simpatizantes de Ferro haciendo gestos con el dedo índice y llevándolo al oído. Ya de cara a la parcialidad xeneize, ensayó una coreografía junto a Fabra. Fiel al estilo "cafetero", bailaron mientras los hinchas gritaban el gol y aplaudían al colombiano.