“Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola ni siquiera leyeron ni miraron los expedientes de las obras”. Con esa dureza, Juan Villanueva y Ariel Liniado, defensores de Lázaro Báez, fueron exhibiendo fotografías de las obras viales, tramos de las declaraciones de testigos, textos de los expedientes y hasta conclusiones de los peritos oficiales o de otros fiscales en los que se afirmaba exactamente lo contrario de lo dicho por Luciani-Mola. Ocurrió en casi todos los temas: que las demoras de las obras eran exageradas, que no se terminaron, que a las empresas de Báez no se les debía dinero cuando se fue el gobierno de CFK, que la remediación de canteras -tapar los cráteres que quedan cuando se saca la roca para las rutas- se cobró y no se hizo, que las empresas no tenían capacidad técnica. Los abogados fueron paso a paso, mostrando documentación y, de a ratos, impresionó la demolición de lo que habían sostenido Mola y Luciani. Tal vez fue una casualidad, pero lo real es que este martes hubo momentos en que los fiscales apagaron las cámaras con las que seguían la audiencia. También fue embarazoso que en su alegato Luciani y Mola habían dicho, respecto de las canteras, que las fotos eran en blanco y negro y no se apreciaba bien si los trabajos se hicieron o no, en tanto que Villanueva exhibió las fotos a color: estaban en los expedientes de las obras y los fiscales no las habían visto ni revisado.