Ronald Reagan sobrevive a un intento de asesinato. El presidente de los Estados Unidos, que había asumido en enero, sale de un hotel en Washington cuando comienzan los balazos de John Hickley, un hombre de 25 años. Los agentes del servicio secreto cubren al mandatario, que sin embargo es herido en un pulmón. También son heridos un policía, un miembro de la custodia y el secretario de Prensa, James Brady, que recibe un balazo en la cabeza. Reagan se convierte en el primer presidente norteamericano que sobrevive a un intento por matarlo. Hinckley, arrestado en el momento, estaba obsesionado con Jodie Foster desde que la vio en Taxi Driver (película en la que el personaje de Robert De Niro planea atentar contra un político) y dijo que con su acción quería impresionar a la actriz, a quien había enviado cartas. Brady quedó discapacitado de por vida y abogó por el control de las armas en manos de particulares. Cuando murió, en 2014, se consideró que fue víctima de asesinato. El aspirante a magnicida fue liberado en 2016, al considerarse que ya no era una amenaza para nadie. No puede consumir alcohol, ni usar armas, ni acercarse a las familias de Reagan, Brady y Foster.