El 10, cansado, venía un poco desacertado en sus últimas acciones, incluso se chocó con Almada luego de una linda maniobra del exVélez. Pero cuando vio que Lewandowski le quedó como marca, Messi lo esperó y encaró. Se le fue para la derecha y obligó a la falta del polaco. El delantero le quiso dar la mano y el rosarino ni lo miró. Se la tiene jurada.