Para el protagonista de Rabbit Hole (estreno del lunes por Paramount+), la paranoia es un ingrediente inevitable de su existencia. “Son gajes del oficio”, exclama John Weir (Kiefer Sutherland) cuando le dicen que, hasta para su nivel de persecuta, está pasado de rosca. Motivos no le faltan. Su tarjeta dice “consultor”, aunque lo suyo se parezca bastante al espionaje corporativo. “Idiotas ricos me den plata para que otros idiotas ricos pierdan dinero”, dice sin pelos en la lengua. Es un auténtico maestro del engaño que pasa sus jornadas plantando escenarios tal como Leonardo Di Caprio en El origen. La única diferencia con Dominck Cobbes es que aquel se metía en los sueños de los demás y éste aún juega en nuestro plano de la realidad. ¿Y si Weir es el peón en la travesura de otro? ¿O una vez más mueve los hilos de la historia jugando con la audiencia? En ocho episodios, la respuesta completa.