La justicia británica determinó este martes que el rey emérito de España Juan Carlos I tiene inmunidad en relación a los hechos previos a su abdicación en 2014, por lo que no podrá ser juzgado por presuntos actos de acoso y espionaje contra Corinna zu Sayn-Wittgenstein, con quien mantuvo una relación extramatrimonial entre 2004 y 2009. Según la defensa de Corinna, el emérito ordenó la operación de acoso de forma privada y no como un acto soberano de Estado. Sin embargo, el tribunal entiende que esas instrucciones solo podían darse en su calidad de rey de España, por lo que le otorga la inmunidad para ese periodo de preabdicación. La decisión del Tribunal de Apelaciones de Inglaterra y Gales, en su división civil, enmienda el dictamen del Tribunal Superior de Londres, que en marzo aceptó llevar a juicio al rey emérito por acusaciones relativas al periodo entre 2012 y 2020, en el que Corinna lo acusa de haberla acosado personalmente o a través de individuos de su entorno. Pese a que el juicio se llevará a cabo, presumiblemente a mediados del año que viene, el dictamen de este martes deja afuera algunas de las acciones más perjudiciales para la causa del monarca, sobre todo referidas a las supuestas maniobras de acoso y espionaje dirigidas por el entonces jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán.