Las declaraciones de Bolsonaro llegaron luego que los cortes de ruta se hayan multiplicado en el país a partir del mismo domingo en la noche, con epicentro el sudeste y sur del país, encabezados por camioneros y bolsonaristas silvestres con banderas de Brasil. La Policía Vial Federal informó que el martes en la mañana el número de bloqueos era de 271, manteniéndose así la cantidad del día anterior, pero ahora con la orden del Supremo Tribunal Federal de levantar los cortes, una orden seguida luego por varios gobernadores, como el de San Pablo, aliado a Bolsonaro, Rodrigo García: “las elecciones terminaron, vivimos en un país democrático, San Pablo respeta el resultado de las urnas y ninguna manifestación hará retroceder la democracia en Brasil”. El clima en las protestas fue de tensión y a veces confrontación, como suele suceder con la base social más dura del bolsonarismo. “No vamos a aceptar que un ladrón gobierne nuestro país, no vamos a dejar que nos gobierne, queremos una intervención militar”, dijo, por ejemplo, uno de los manifestantes en las afuera de San Pablo. “América del Sur y América del Norte están contaminadas por el comunismo, queremos libertad, no queremos a un ladrón en el poder”, dijo otro, a su lado, con la Policía Militar orillando las protestas.