Una multitud llena la Plaza de Mayo en respuesta a la convocatoria del presidente Raúl Alfonsín en defensa de la democracia. El 21 de abril, víspera del comienzo del juicio a las Juntas, el mandatario había denunciado en un discurso por cadena la existencia de movimientos desestabilizadores. Los partidos políticos adhieren al compromiso democrático. Sin embargo, el discurso de Alfonsín desde el balcón de la Casa Rosada se centra en la cuestión económica: anticipa meses de dificultad y de ajuste, cuando aun faltan cincuenta días para el lanzamiento del Plan Austral, y plantea que llevará adelante una "economía de guerra".