En 2001, antes de empezar la filmación de Area común de seguridad, Park Chan-wook propuso un brindis. Su película sobre soldados que forjan una amistad a través de la frontera que separa a Corea del Norte y del Sur, iba contra el Acta de Seguridad Nacional. "Podría haber ido a prisión", dice ahora con aire casual, como alguien que recuerda que podría haber ido al cine. Pero en ese momento fue necesaria una buena cuota de coraje. Sus fans lo saben. Podría decirse que prepararse para ver una película de Park Chan-wook podría involucrar un trago fuerte, o dos. ¿De qué otra manera asumir el impacto? Park, de 59 años, hace películas que dejan una marca. Está su éxito internacional de 2004 Old Boy, con la ahora famosa escena en la que su héroe maldito inhala un pulpo vivo (el film ganó el Gran Premio de Cannes). Su thriller de 2016 La doncella es celebrado como una obra maestra erótica, con abundantes escenas explícitas. Esas y otras películas, viscerales para decir lo menos, han establecido a Park como un director idiosincrático, con debilidad para la efusión de sangre y los desnudos frontales. Quentin Tarantino es uno de sus fervientes fanáticos.