Novak Djokovic se consagró, una vez más, en Wimbledon, el torneo más antiguo y prestigioso del mundo del tenis, después de derrotar 4-6, 6-3, 6-4 y 7-6 (3) al australiano Nick Kyrgios en la final. Lo hizo por séptima ocasión, la cuarta consecutiva, en una conquista que le permite volver a posicionarse en la pelea por ser el mejor de todos los tiempos, una lucha que pareció tambalear por la ferviente convicción de no vacunarse contra el covid-19.