Comienza el tercer alzamiento carapintada, con epicentro en el Batallón de Arsenales 601, en Villa Martelli, en cuyo predio hoy funciona Tecnópolis. Fue más grave que Semana Santa y Monte Caseros, por la cantidad de rebeldes implicados: alrededor de mil oficiales, y porque hubo combates, a diferencia de la guerra de nervios de las ocasiones anteriores. Además, a los rebeldes se sumaron efectivos de Prefectura. La asonada contó con un nuevo líder en lugar de Aldo Rico: el hasta entonces desconocido coronel Mohamed Alí Seineldín, agregado militar en Panamá. Éste, un nacionalista católico fanático, se sublevó al saber que no podría ascender a general y pidió la cabeza del jefe del Ejército, Dante Caridi. El presidente Raúl Alfonsín estaba en la asunción de su par de México al momento del inicio de la crisis, que se resolvió el 5 de diciembre: Seineldín se rindió y cayó Caridi, que fue reemplazado por Francisco Gassino. En el medio, hubo enfrentamientos que dejaron tres muertos y más de cuarenta heridos.