“La verdad es que a mí también me intriga”, reconoce Jim Mickle. El director de Sweet Tooth, cuya segunda temporada estrena en Netflix este 27 de abril, sabe que la primera entrega de la serie resonó particularmente en la audiencia por el contexto. Mientras el confinamiento por la pandemia de covid-19 se extendía por todo el mundo, él lanzaba una historia sobre una plaga que reducía la humanidad a un puñado de bolsones civilizatorios –o casi- mientras aparecían niños con rasgos animales. “En ese entonces estábamos en el medio de todo y mucha gente veía en la serie un resplandor de esperanza –recuerda-, así que cómo responderá la gente a esta temporada no lo sé, porque esta segunda parte no es tan obvia o directa como la primera”. En esta entrevista con Página/12, el director estadounidense reflexiona sobre el tono de la serie, su producción y los cambios que experimentó el relato al pasar de la historieta al streaming.