La peor noticia, San Lorenzo la recibió no bien se enteró de que Estudiantes asumiría el partido con el equipo más alternativo que le era posible: de los titulares que jugaron el jueves por la Copa Libertadores en Brasil ante Atlético Paranaense, sólo repitió uno: Luciano Lollo. El resto, se quedó en el banco a la espera del desquite del jueves en La Plata. De esta manera, el peso del juego recayó sobre las menguadas espaldas azulgranas. Y eso no es lo mejor para este momento del equipo que dirige Rubén Insúa.