Con apenas horas de diferencia, Uli Decker recibió dos noticias que cambiarían su vida para siempre. La primera, que su padre había sufrido un accidente y estaba internado en grave estado. La segunda, de boca de su madre, que aquel hombre con el que tenía una relación distante no era quien aparentaba, que debajo de la imagen pública de padre de familia modélico y docente en el colegio de un pequeño pueblo católico en el estado de Baviera donde vivían escondía un secreto que solo su esposa sabía: en la intimidad del hogar, apañado por la soledad más absoluta, se travestía con ropa de mujer. Mil preguntas irrumpieron en la cabeza de la jovencita. Ninguna obtendría respuesta, pues su padre moriría horas después. Décadas más tarde, y como una forma de intentar saber quién fue aquel hombre, la realizadora concibió Ánima. Los vestidos de mi padre, que se verá el martes 11 a las 15 y 21 y el domingo 16 a las 18 en la Sala Lugones del Teatro San Martín, en el marco del ciclo ¡Grabando! Documentales contemporáneos de realizadoras alemanas.