Tras sus buenas actuaciones en Boca -también le marcó un gol a River en el empate 2 a 2 de 1961- no tardó en mudarse al fútbol europeo, más precisamente al italiano. Su técnica y jerarquía brillaron en Roma, Inter y, sobre todo, Milan, con el que fue campeón europeo en 1963, siendo el primer peruano en ganar la ahora denominada Champions League.