Jair Bolsonaro empezó oficialmente su campaña por la reelección en Juiz de Fora, la ciudad donde cuatro años atrás fue apuñalado en un mitin, un ataque que lo catapultó a la presidencia de Brasil. El líder de ultraderecha volvió al municipio del estado de Minas Gerais para honrar el lugar donde, según dice, "renació gracias a la mano de Dios" tras ser acuchillado en el abdomen en 2018 por Adelio Bispo, un enfermo psiquiátrico que fue declarado inimputable y se encuentra internado. "Este país no quiere retrocesos, no quiere la ideología de género en las escuelas, no quiere liberar las drogas. Este país respeta la vida desde su concepción y no quiere el comunismo", dijo Bolsonaro durante su discurso.