Al menos 12 manifestantes murieron este lunes en Bagdad, donde también se oyeron disparos de obuses y armas automáticas, después de que el líder chiita Moqtada Sadr anunciara por sorpresa su "retiro definitivo" de la política en Irak. El país, uno de los mayores productores de petróleo del mundo, está inmerso en una crisis política desde las legislativas de octubre de 2021. La situación en la capital empeoró el lunes cuando cientos de partidarios de Sadr invadieron el palacio presidencial. Los manifestantes ocuparon oficinas, sentados en sillones o sacándose selfis, y las fuerzas de seguridad reprimieron con gases lacrimógenos y disparos.