La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, reconoció la presencia de un número reducido de tropas estadounidenses para ayudar a formar a su Ejército, lo que provocó hoy una enérgica condena de parte de China, que reclama a la isla como parte de parte de su territorio."Nos oponemos con firmeza a cualquier forma de intercambios oficiales y contactos militares entre Estados Unidos y Taiwán", manifestó la vocera de la diplomacia china, Wang Wenbin.