Escrita y dirigida por el escocés Ben Sharrock, en Flow. Todo choque cultural tan extremo, como el que enfrentan los refugiados sirios y nigerianos en Escocia, entraña inevitablemente un toque de absurdo. Y ese es el toque que el director deja entrar, sin olvidar jamás que Omar y sus amigos están irremediablemente perdidos en un limbo.