Sin bombos ni platillos publicitarios, la plataforma HBO Max lanzó directamente, sin pasar por las salas de cine, el último largometraje de Steven Soderbergh, el prolífico realizador (alguna vez retirado) reconocido por películas como Sexo, mentiras y video, La gran estafa, Traffic y el díptico Che, entre otra veintena de títulos. Tan activo se encuentra que, desde su regreso detrás de las cámaras en 2017 con La estafa de los Logan, lleva rubricados siete films, dos de ellos producidos durante la pandemia de covid-19. A diferencia de algunas de sus creaciones de mayor envergadura, Kimi: alguien te está mirando comparte con obras previas como Perturbada y Bubble una ingeniería de bajo perfil, presupuesto moderado tirando a bajo y formas cinematográficas genéricas herederas de los viejos productos clase B de los grandes estudios. Sin encandilar pero con brillo propio, Kimi logra concentrar en menos de 90 minutos un relato de suspenso derivativo pero ingenioso, a partir de un conciso trabajo en el papel de David Koepp, el nombre detrás de los guiones de Jurassic Park, Carlito’s Way y El hombre araña en su versión Sam Raimi.