Solo Diego Maradona en 1986 y Lionel Messi en 2022 fueron tan determinantes en una Copa del Mundo como lo fue Pelé en México '70. Con la madurez y la plenitud física que le daban sus 29 años y rodeado por un equipo excepcional, acaso el mejor campeón mundial de todos los tiempos, desplegó un fútbol que muchas veces se hermanó con el arte. Hizo cuatro goles (uno de cabeza en la final ante Italia), hizo hacer varios más y hasta pudo haber convertido dos que habrían sido históricos: contra Checoslovaquia, un tiro suyo desde la mitad de la cancha salió al lado del palo izquierdo y en la semifinal contra Uruguay, eludió al arquero Mazurkiewicz sin tocar la pelota y su remate se fue junto al palo derecho.