A los 11 años Juana Cángaro formaba parte de un equipo de varones del Club Mercedes. Hasta que, de un día para el otro, le prohibieron jugar por ser mujer. Su club la quiso fichar para que pudiera competir en los torneos pero desde la liga de fútbol de Mercedes le dijeron que no podían aceptarla porque el reglamento de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) no permitía un equipo mixto.