Desde los Andes, donde hay movilizaciones diarias contra el gobierno, comunidades campesinas y pobladores de las ciudades anuncian “la toma de Lima”, una masiva marcha a la capital para masificar la protesta en el centro político y económico del país. Ya iniciaron la movilización a Lima desde distintas regiones. Las autoridades, temerosas que masivas protestas en Lima sean el capítulo final de un gobierno que muestra fuerza para la represión pero una gran debilidad popular y política, han amenazado con no dejarlos llegar a Lima, donde los pobladores de la capital ya se vienen movilizando exigiendo la renuncia de Boluarte. Según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) tiene un 71 por ciento de rechazo y solamente 19 por ciento de aprobación. El Congreso que la respalda y contra el que también se protesta, tiene un rechazo del 88 por ciento y solamente 9 por ciento de aceptación. Entre el dolor y la indignación, las calles de poblaciones andinas, como las de Juliaca, ciudad de la altiplánica región de Puno, y Ayacucho, donde las fuerzas de seguridad han matado a disparos a dieciocho y diez pobladores, respectivamente, han sido colmadas por masivos cortejos fúnebres para despedir a sus muertos. En los últimos días, en Cusco hubo una multitudinaria despedida al dirigente campesino Remo Candia, presidente de la Federación Campesina de la provincia de Anta, muerto el pasado miércoles de un disparo durante la represión a una protesta en esa ciudad. Bandas musicales se han sumado a las movilizaciones diarias de protesta, en las que a ritmo andino se canta “Dina, asesina, el pueblo te repudia”.