Drones cargados de explosivos lanzados por Rusia contra la capital de Ucrania provocaron este lunes incendios de edificios y la muerte de cuatro personas, en el segundo bombardeo a Kiev en una semana luego de meses de relativa calma en la ciudad. Mientras tanto las tropas rusas siguen llegando a la vecina Bielorrusia, en un despliegue que amenaza con crear un segundo frente como ocurriera al inicio del conflicto en febrero. "Todas las noches y todas las mañanas el enemigo aterroriza a la población. El enemigo puede atacar nuestras ciudades, pero no podrá doblegarnos", afirmó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la red Telegram. Según las últimas informaciones al menos cuatro personas murieron en los ataques contra la capital ucraniana, uno de los cuales impactó en un edificio de departamentos.