En los últimos días, la construcción del gasoducto Néstor Kirchner alcanzó un pico de contratación de mano de obra de 3 mil puestos distribuidos en los distintos tramos del recorrido de 573 kilómetros de caños. Otros 10 mil empleos se generan de manera indirecta a cargo de decenas de PyMEs proveedoras de bienes y servicios y esa cifra se multiplica por cuatro al considerar las economías en localidades aledañas que alojan a empresarios y trabajadores y asisten en múltiples funciones al avance de las obras. Uno de cada diez puestos en la construcción del gasoducto están en manos de mujeres y el 60 por ciento de los mismos lo realizan trabajadoras y trabajadores de pueblos aledaños a la traza. Los datos fueron calculados por el Gobierno nacional. La obra de infraestructura más importante del país tiene como fecha culminante el 20 de junio y eso explica la intensidad de cada jornada laboral en Río Negro, Neuquén, La Pampa y la localidad del Salliqueló al oeste de Buenos Aires por donde se extiende la traza. Actualmente, el grueso de la obra dejó atrás el campamento PK60 de Río Negro y avanza sobre el obrador del kilómetro 145 en La Pampa, y allí convergen las decenas de camiones con pesados caños provenientes de la planta de Tenaris-SIAT de Valentín Alsina con los que se construye el ducto.