Corea del Sur lanzó su primer cohete espacial de fabricación nacional y se convirtió así en el décimo país del mundo con capacidad para desarrollar y lanzar vehículos espaciales. El lanzamiento fue considerado "exitoso" por las autoridades, aunque el objetivo de poner en órbita un cargamento de 1,5 toneladas fracasó. El hito se produce en medio de las tensiones en la región por la prueba de un nuevo misil balístico de lanzamiento submarino por parte de Corea del Norte, en lo que supone el último de una serie de lanzamientos de misiles llevados a cabo por Pyongyang.