“La figura de Francisco nos trasciende a todos”, dicen, para justificar su asistencia, los dirigentes de los distintos partidos políticos que salen de la catedral de la Plata. Fueron convocados por uno de los arzobispos más cercanos al Papa, Víctor Manuel "Tucho" Fernández, que, aprovechando la unidad que genera la figura del sumo pontífice, replicó a nivel provincial lo que hizo en la basílica de Luján su par, Jorge Eduardo Scheinig, luego del intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En este caso, en primera fila estuvo sentado el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con parte de su gabinete y con los intendentes oficialistas de Ensenada, Mario Secco, y de Berisso, Fabián Cagliardi. Encabezando otra fila de bancos estuvo el intendente opositor de la Plata, Julio Garro, con legisladores provinciales también opositores. Si bien durante su exposición el arzobispo evitó hablar del tema, al terminar el evento dijo a la prensa que el intento de magnicidio a CFK “fue terrible y angustiante", y agregó que "si ya se saltó ese límite, preparémonos porque lo que se viene puede ser muy jodido".