Luis Rubiales continuará como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al negarse hoy a renunciar a su cargo, pese al escándalo que protagonizó durante la celebración del título de campeón mundial femenino ganada por España, en la cual besó en los labios a la jugadora Jenny Hermoso. El dirigente, de 46 años, descartó dimitir durante un discurso en el que se consideró víctima de lo que calificó como un "asesinato social".