El gobierno francés defendió este domingo la aprobación de la reforma jubilatoria por decreto, mientras espera afrontar este lunes un voto clave en el Parlamento, con dos mociones de censura que determinarán el futuro del Ejecutivo del presidente Emmanuel Macron. El mandatario pidió el domingo que la reforma "pueda llegar al final de su recorrido democrático en el respeto de todos". Macron aspira a subir la edad de jubilación de 62 a 64 años y aumentar a 43 los años de aportes necesarios para recibir una pensión completa, una medida que generó una oleada de manifestaciones en el país.