Durante un lustro, Billions tuvo su razón de ser en el duelo a cielo abierto entre el financista Bobby Axelrod y el fiscal general del Estado, Chuck Rohades. Los chanchullos de Wall Street, los tejes y manejes del poder, la codicia, ego y avidez al estilo Gordon Gekko, sirvieron al frenesí de esa moneda argumental con dos caras. Pero al final de la quinta temporada, la partida del villano carismático -interpretado por Damian Lewis- obligó a una movida gatopardiana. Hay un nuevo tiburón blanco haciendo de las suyas en esta historia, y no es uno desconocido. “Él cree que es el más inteligente y en mayor control de sí mismo que Axe y que Rhoades”, le dice a Página/12 el actor Corey Stoll quien encarna a Mike Prince. El multimillonario y filántropo neoyorquino con una ambición sólo comparable a la de su(s) némesis. Desde este viernes, la entrega podrá verse a las 22.30 a través de Universal Premiere y por la flamante plataforma del canal, Universal+.