Pelé dejó la Selección brasileña en 1971 y al Santos en 1974. Pero en 1975 una oferta de 7.500.000 dólares del Cosmos de Nueva York para impulsar el fútbol en los Estados Unidos le estiró su carrera tres años más. Lejos de los grandes escenarios y de los grandes partidos, igualmente regaló chispazos inolvidables. Fueron las últimas imagenes de un jugador fabuloso, el deportista más célebre de su tiempo. El 1º de octubre de 1977 en el estadio de los Gigantes de Nueva Jersey, Pelé jugó un tiempo para el Cosmos y otro para el Santos y dijo adios llorando. Después de haber sido la viva imagen del fútbol mismo.