La Selección Argentina vivió una noche inolvidable en la Bombonera. Porque más allá del cómodo 3-0 ante Venezuela que estiró el invicto de Lionel Scaloni y marcó en el campo la diferencia real entre ambos equipos, el partido fue una larga excusa para prolongar el idilio con un plantel que se metió en el corazón de la gente, que no paró de celebrar a sus ídolos desde el inicio hasta el final. Hasta el orden de los goles, primero Nico González para abrir el marcador en el primer tiempo, y luego los mimados Di María y Messi sirvió para darle marco a una fiesta completa.